El Hombre Moderno: Desafíos y Reflexiones

En nuestra sociedad actual, hipersensibilidad con todo movimiento identitario y empática hasta la sobreactuación con cualquier forma de victimismo convenientemente exacerbado, olvidamos demasiado a menudo que hombres y niños occidentales también sufren la desigualdad de género. Suicidios, accidentes laborales, fracaso escolar, indigencia, conflictos bélicos, violencia o drogadicción presentan una brecha entre sexos de la que no se ocupan los medios porque no es a la mujer a la que afectan en mayor medida y, en este momento, parece preocupar solo lo que es así. Como si hubiese que elegir entre un solo colectivo al que defender o compadecer y no al individuo que sufre. Parece que el borrado del padecimiento masculino se antoja imprescindible para sustentar la narrativa de una mujer víctima global.

El enorme caudal de evidencia empírica apunta a un pronunciado declive económico, psicológico, social y educativo de los varones en todos los países industrializados. El hombre ha sido el principal damnificado de los profundos cambios socioeconómicos de las últimas décadas. En su libro “Hombres”, Richard V. Reeves aborda el espinoso debate y se plantea, sin ambages ni remilgos, las grandes preguntas: ¿Por qué el hombre moderno lo está pasando mal? ¿Por qué es un problema a tener en cuenta? ¿Qué hacer al respecto? Se las plantea, además, partiendo de la idea de que reconocer que los hombres y los niños tienen problemas no implica perder de vista o ignorar que las mujeres y las niñas siguen enfrentándose hoy en día a problemas específicos.

El Desafío de la Masculinidad

La masculinidad, como concepto, ha experimentado una transformación significativa en las últimas décadas. Las expectativas tradicionales sobre lo que significa ser un hombre han sido cuestionadas y redefinidas. La presión para cumplir con roles rígidos y estereotipados ha dado paso a una mayor apertura hacia la diversidad de expresiones de género. Sin embargo, esta evolución también ha generado tensiones y desafíos.

1. Crisis de Identidad

El hombre moderno se enfrenta a una crisis de identidad. Las nociones tradicionales de virilidad y éxito están en constante revisión. ¿Qué significa ser un hombre en una sociedad que valora la sensibilidad, la empatía y la igualdad de género? La búsqueda de una identidad auténtica puede ser abrumadora.

2. Salud Mental y Soledad

Los hombres a menudo luchan en silencio con problemas de salud mental. La presión para ser fuerte y resistente puede dificultar la búsqueda de ayuda. La soledad también afecta a muchos hombres, especialmente en una era digital donde las conexiones personales pueden ser superficiales.

3. Equilibrio Trabajo-Vida

El equilibrio entre trabajo y vida personal es un desafío constante. Las expectativas laborales y las responsabilidades familiares pueden generar estrés y agotamiento. La presión para ser un proveedor exitoso a menudo se traduce en sacrificios personales.

4. Relaciones y Comunicación

Las habilidades de comunicación y la construcción de relaciones significativas son cruciales para el bienestar emocional. Sin embargo, muchos hombres han sido socializados para reprimir sus emociones y evitar la vulnerabilidad. Aprender a expresarse y conectarse de manera auténtica es fundamental.

Conclusiones

En resumen, la figura del hombre moderno enfrenta desafíos significativos, y es crucial considerar su bienestar en la búsqueda de una igualdad real en el mundo actual. Reconocer y abordar estos problemas no disminuye la importancia de las luchas que enfrentan las mujeres, sino que amplía nuestra comprensión de la complejidad de las experiencias humanas. La igualdad de género debe ser un objetivo compartido, y eso incluye el bienestar de todos los géneros.

: Reeves, R. V. (2020). Hombres: Por qué los hombres son el sexo débil. Editorial Taurus. : Popenoe, D. (1996). *Life without father: Compelling new evidence that fatherhood and marriage are indispensable